Se nos escapó la primavera
Como una tortuga en la vereda.
Era una piedrita que teníamos en la mano
Y vos en el primer pozo la soltaste.
Se cerró la flor ya marchita,
Ya no va a abrir cuando amanezca.
Nos morimos en algún café de parís
Mientras abríamos un mapa hablábamos de pocho
de lo que queríamos ser cuando seamos grandes  
Yo siempre creí en tu sonrisa
Como la única fuerza capaz de cambiar el mundo.
Pero llegado el momento negociamos las reglas de la revolución
Yo quería liberarnos
Vos te corrompiste.


Plan Táctico y Estratégico de la Guerra

Caminar
Derecho por una calle cualquiera
Hasta hacerla desaparecer
Despertar
A la madrugada con una convicción
Que desaparece al mediodía
Buscar el camino, la forma
Reconocer la belleza
Llamarte por teléfono para pedirte un abrazo
Prender otro pucho, pensar
Mirando por la ventana
Vivir la contradicción
Cocinar un guiso a las 4 de la tarde
Tenerle miedo a la muerte
Prender otro pucho
Putear a un policía
Romperse el pantalón en la entrepierna
Tentarse con la merca
Poner un mar de fondo de pantalla
Apropiarse de todo y después
Soltarlo
Robar comida y revistas para pasar el rato
Putear al jefe
Poner la cadena de la bici en Oroño y San Juan
Llegar tarde y decirte que te quiero
Fumar porro prensado Caminar hasta el parque y volver
Contarte
La historia de mi vida en el entretiempo del partido
Tomar
El último mate
Frío y lavado Quedarse sin yerba.
Una tarde me invitaste
A dar la vuelta al mundo en un barquito de papel
Yo me reí
Como festejándote el chiste
Vos te enojaste
Porque yo no sabía soñar

Belleza

Se vuelan las palabras
que describen lo que uno ve desde un balcón
Sobre calle Oroño cerca del río
Es sábado y terminamos de almorzar Anda nublado el cielo y no se ve el Paraná
La lluvia es tan fina que me cuesta llamarla lluvia
Y me acuerdo de otras lluvias, de otros tiempos,
de otros lugares donde llovía así; finito como llueve ahora
y nosotros descalzos corríamos por el pasto
Puedo sentir el olor a la tierra mojada
cuando nos quedamos al costado del camino ya sentados
y cansados, nos pusimos a fumar.
El asfalto mojado también
Se expresa en su perfume contra la monotonía de los días
Acá también
Nos agitamos y nos ponemos a fumar mientras miramos hacia abajo y
Queremos dormir la siesta
Recién entonces me doy cuenta:
Los sueños de la siesta son el lugar
donde nos inventamos.
Miramos hacia abajo
Pasan policías y nos reímos de ellos Los imitamos
como robotitos con uniformes.
La basura desparramada en la calle
Nos parece una postal hermosa desde arriba
Y entendemos a la gente
Que hace una hora espera en la puerta de un bar careta
Para conseguir una mesa. Nos parece sano que no noten
Que el bar victoria está vacío
Y sus mesas son más lindas que allá en frente.
Nos encanta el ruido del tráfico desde el sexto piso
Nos recuerda al murmullo del mar
Y un tachero que putea a un ciclista
Es el capitulo 7 en la voz de Cortázar.
Nos abraza la belleza
Y entramos al departamento
Como se sale de la carpa una mañana de verano
Dormimos como si nada hubiera sido real
Abajo
Un auto clava los frenos en la esquina
Una pareja se separa en el boulevard El kiosquero
Entrega 25 centavos de vuelto
A un anciano.

Café y anarquía

Café y anarquía
respiran tus ojos
cuando te paso a buscar en bicicleta
y pedaleamos como marcianos
de planeta en planeta
hasta llegar
a ese bar donde no existe el tiempo
y ahí nos quedamos
para siempre...

Silencios Volando

Una belleza extraña se cae
de la copa de los árboles
me recuerda por un momento a tus ojos
mirando el lago.

Es lo mismo que decir que para mí
vos naces del silencio
de la soledad de un pueblo
a la hora de la siesta.

Un pedacito del cielo que perdimos

Desnudo
Acostado en la cama
No fumo
No leo
No abro la ventana.

Prendo el televisor
Lo apago
Prometo no volver a prenderlo

Pienso en todas las cosas que hicimos mal
Releo el último poema, lo rompo.
Imagino que camino
En ciudades incendiadas, esquivando gente
Que no existe.
La ciudad se aplana, pierde dimensión
Retrocede en el tiempo
Todo se deshace.

No me animo a pensar en las cosas que no hicimos
En las horas perdidas
Pasamos años felices, lo sé
Y nada va a volver a ser lo que era
Pero esa delicada distancia que nos separa
Es tan hermosa
Como salir de la cancha
Un domingo a la tardecita
Después de haber goleado…

Un poema para escribir en cursiva

Doblo
En calle callao
Voy hasta el fondo. Me quedo ahí
En la estación de trenes.
Miro para todos lados; Sé
Que no vas a venir, no tendrías porque hacerlo. Capaz
Ya ni siquiera vivas en la ciudad
o ni siquiera vivas.

Pero tantas veces hablamos
Cuando éramos felices
De tomarnos juntos este tren que ahora llega
Que no puedo
No sentarme al costado de la vía
Prender un cigarrillo
e imaginarte llegando. 

Pintando el cielo

Paró de llover en la ventana
El silencio inundó la habitación
Queda un aire de nostalgia de las seis de la tarde
De un día que empezó mal
Continuó peor
Y aún no acaba y ya no existe proyección lógica.
La lluvia desordena todo. Lo rompe.

Ahora el cielo
Parece el dibujo de un chico
Con acuarelas pintando lo que piensa de sus padres.

Te extraño en estas nubes. A lo mejor
Todo se reduce a una mañana de verano.

Llueve

Comienza a llover y alguien dice “llueve”
Todos piensan
en las cosas que dejaron afuera
Se nublan, se lamentan, llueven.
Casi nadie destendió la ropa
Ninguno cerró las ventanas. Ahora ríen
Desean salir y saltar bajo la lluvia
No lo hacen. No lo dicen
Hablan de los últimos estrenos en el cine
Preparan café para pasar el rato
Disfrutan el momento pero quieren irse
Ni siquiera distinguen belleza en las cosas
Apenas da tregua la lluvia piden dos taxis
Vuelven a sus casas
Agotados.

La parte Oriental

Cuando era chica Leticia abandonó
su parte oriental por miedo a serlo La dejó
en la puerta de la iglesia
envuelta en sábanas sucias 
y unas monedas que juntó robando la propina de los bares.
Se fue corriendo calle abajo hasta el río
El viento frío en la cara hizo caer una lágrima
Nadie le ofreció un cigarro y algunos reían
porque Leticia andaba a medias y recién
empezaba a entender que su parte oriental
era la que hacía la comida y tenía los mejores pensamientos.
Era la que veía luces y belleza y a veces
buscaba respuestas a las cosas de la casa,
era objetiva, usaba sombreros
Cosa típica de una parte oriental que ahora
Leticia quiere recuperar y piensa
que pasó tanto tiempo que quizás
ni siquiera la reconozca si la cruza por la calle.

Hollín, sushi y amor

Bajé del colectivo y me perdí
No reconocí la esquina, no distinguí su belleza
No encontré la ciudad.
Ahora te entiendo;
No se puede amar sin apurarse
Nos cuesta la armonía, nos confunde.
Me subo a colectivos que no sé
De dónde vienen ni a dónde van
Hablo con gente rara, gente loca, como uno.
O gente mística, mimética, mínimamente toxica
Esos me aburren.
Te busco por ciudades que no entiendo
Para pedirte perdón y cuando estoy por encontrarte me acuerdo
Que ya hace tiempo dejamos de existir.

Admitir no tener rumbo es como irse.
Irse por la ventana
Irse.
Los destinos son
sólo puntos de partida
Algo queda atrás. Adelante
Solo hay nubes.


Simetría

Primero voy a decir: Lluvia
Después oscuridad, ventana, noche, nostalgia.
Cuando llueve pienso en cosas que no pienso todo el tiempo
Lo que más me gustaba de vos
era que tomabas el porrón del pico
Odiabas los vasos.
Entonces digo: sonrisas, suspiros, sapiencia
A lo mejor también soledad.
No siempre pienso en vos, ya te dije
Me pasa cuando llueve y me invento que te extraño y me creo.
Eso es lo peor; que me creo.
Ahora tengo que decir; distancia
Y voy a agregar la palabra simetría
Porque en otro lugar del mundo estas sentada
Frente a otra ventana
Mirando otra lluvia
Pensando en mi. 

Instantes

Hay
un camino oscuro que imita a la noche
entre mi mirada
y el ruido rojo de tus labios.

Madrugada de Martes

Camino por las calles desoladas de mi barrio
El silencio
Puede robarte todo lo que llevas encima. El viento
Barriendo un montón de hojas secas en la vereda
Puede ser
La música más hermosa del mundo.

Fue culpa nuestra


La mañana tenía un olor fresco
Que zigzagueaba en tonos verdes 
La noche anterior había sido roja y oscura.
Nos habíamos encerrado en la habitación
Para refugiarnos del frío de la calle y perfumarnos
Con el mismo sexo que nos había inventado,
En el que reincidíamos a cada rato
Para olvidarnos de cuanto nos queríamos
O para recordárnoslo.

Fuego de madrugada

Me despierto a la madrugada decidido a olvidar
vengo de un mal sueño.
Me siento en la cama e intento fumar
Abro la caja de fósforos. Sólo
quedan dos:
Estáticos/Negros/Quemados/Fuera de juego.
Me levanto y bajo la escalera. Todos duermen.
Me encuentro desnudo en la cocina.
Enciendo la hornalla y hago un esfuerzo para dejar todo de lado. Pensar en otra cosa
Saco de la heladera una botella con agua. Tomo un trago largo
Enciendo el cigarrillo agachándome
hasta la altura de la hornalla. Me invento excusas. Me perdono
En el ritmo constante del segundero del reloj recapacito
Miro alrededor; Me siento ajeno a todo
Apago el fuego y vuelvo a la cama.


No voy a poder volver a dormir.

Se desdobla un pedazo de lo que no teníamos


-No veo nada
Más allá de mis ojos
Reflejados en los charcos que deja la lluvia

Pienso:
todo el mundo es un reflejo
y vos no te das cuenta, estas en otra.
Siempre colgada en algo más allá;
en un bichito de luz que vuela cerca tuyo 
al que le tendés la mano para que se pose 
Y te enojas porque el bichito no te da bola
Da un par de vueltas cerca y se aleja
Entonces los ojos se te llenan de tristeza
Y siempre decís que él no tiene la culpa / Que es lógico
Que los bichitos de luz tengan miedo
si nosotros no brillamos.

Desde la ventana.

No es que ya no hablemos del amor,
es que nos quedamos sin fuego   
nos quedamos sin vino, sin hielo
y lo que pensé que era un sentimiento en realidad
era solamente hambre.

Se hizo de noche y el silencio
como con cuchillos corta el aire que perdió su perfume y
                                                                 ahora descansa

La ventana
es un cuadrado negro en la pared

blanca.

Pequeños pensamientos fuera de tiempo


Se te cayó el tiempo
se te escapo por un huequito de la mano
Se te fue en la llama del encendedor
y creías que todo
igual podía andar bien.
-¡Que idiota!
¿En serio creíste que podías
con todo este imperio?

La dictadura de la belleza


Con los autos que pasan por la calle
se va el tiempo
se van las horas a otra parte
a otro lugar de la ciudad y acá
en esta esquina
yo tengo una cerveza fría
y la mejor vista a un pedacito de cielo
entre dos edificios altos. A dos cuadras
tengo el parque y la estación de trenes y en el bolsillo
tengo un reloj con el que puedo parar el mundo
y cuando nos sentemos en el cordón de la vereda
a charlar sobre la moralidad o alguna otra estupidez
voy a usarlo
y tomarme todo el tiempo que sea necesario
para pensar en cómo sacarte una sonrisa. 


De las noches de invierno

El ferviente deseo de quedarse en casa y morir lentamente adentro de un dvd. Mejor salgamos a hacer lío que en el frío deambula perdido el misterio de la noche. En la calle los silencios del invierno se hacen poesía con el viento. Corramos, gritemos, saquémonos la ropa, hagamos el amor en los parques, felices, con frío, sin amor. Riámonos de los policías que patrullan aburridos la ciudad. Molestémoslos hasta que nos persigan y escapemos de ellos. Robemos cada cartel de la calle, todos los carteles que prohíben algo. Hagamos un pozo en la plaza y enterrémoslos para siempre. Hagámoslo sólo para tener un secreto que guardar. Vayamos a los bares más sucios, a los recitales, a las hamacas. Hablemos con borrachos, con crotos, con locos, con choros, con ningún amigo. Hagamos planes de viajes que nunca vamos a hacer, porque nunca más va a existir otra noche como esta.


Y si nunca más volvemos a vernos, algún día, cuando seamos dos viejos de mierda voy a ir a visitarte y vamos a hablar de esa fría noche de hace tiempo. Al final todo el resto de la vida estuvo de más. Entonces ahí y recién ahí, acordémonos de que hacía frío, y era de noche, y estábamos solos, cada uno en su casa, dejándonos morir.

Amaneció

Nublado, gris, frío, otoñalmente
confundido
Estoy cansado
Anoche volví a tomar mucho y dormir poco
No me siento bien No sé porqué
es temprano y ya estoy en la calle caminando
bajo una fina
constante lluvia.
Va a ser un día de mierda, seguro
Tengo que hacer cosas que no quiero hacer
Tengo que ir al médico para que me diga que tengo que hacer algo que ya sé
que no voy a hacer y ese es el punto
                Necesito escucharlo para convencerme de no hacerlo
Porque ni con mil antibióticos
ni con medicina oriental ni
con acupuntura ni
con una amatista de 80kg rodeada de
cuarzos blancos y rosas y turmalinas por doquier      
Se cura esta enfermedad de saberme innecesario
De saber que no te alcanzo No completo
ni siquiera la mitad del ya casi inexistente vacío que te genera saber

que en este mismo momento mueren niños de hambre en áfrica.

Prosa prohibida. Poesía


Apuntamos / a una cuestión poética
Estéticamente confundida
Perdida en la ética moderna y aterciopelada.
Podríamos intentar reinventar los deseos
Sintetizar todo en un punto de la histeria poética
Reescribir los sueños de la humanidad
Describir de otra forma los sucesos, inventando un nuevo idioma
Desnaturalizando el significado de la palabra
Avalando el significante del proceso poético
Pintarlo de colores, morderle los costados
Iluminarlo con las luces de la noche.
O sino podemos seguir y escribir
Poemas sobre la estabilidad de la política o la inversa
Para un ensayo
Sobre la inestabilidad de las personas políticas.
Pero apuntamos a lo digno
A la cuestión del género A la estética permitida
Desprotegida del aderezo de la métrica poética
vamos hacia lo brutal
Como un cielo que es distinto a todo
Pero sobre todo es distinto

A la palabra cielo.


Cuando se abra la flor de los geranios  
Íbamos a encontrarnos para despedirnos
En el jardín
donde fue la primera vez que te vi
Reírte hasta doblarte
a la sombra de un jacarandá.

Anoche no pude dejar de extrañarte
Y quise detener el tiempo


Sur

Ni vos ni yo, ninguno
Creía que porque vayamos a encontrarnos allá
A la misma hora de siempre
íbamos a amarnos más
Que cuando no nos conocíamos.

Pero viste che
como engaña la vida y mienten los años
Y no sé si somos conformistas
o pelotudos. Sólo sé
Que deberíamos estar más allá
En algún lugar más lindo, por ejemplo, en el sur
Cebando un mate frente al lago

Pero en la otra orilla.

Mirar la noche


De cualquier manera
interpreto las cosas de una forma ambigua
sólo descubro las formas en la noche
sólo distingo a partir de los contrastes. Aparte
mirar la noche es, más bien,
un perfume
o algo que debe sentirse al costado del cuerpo
o atrás, cerca de la nuca, en el escondite de la infancia.
El pibe que todos tenemos dentro ha muerto
                            murió como todo muere
en el negro de la noche
en la ausencia de luces.
La melancolía es una forma dramática de contemplar algo hermoso.
Una vez, una chica de la cual estuve enamorado, me dijo
Que en la noche podía ver a las personas que amaba; que cuando las
Miradas se encuentran en una misma estrella,
No importa desde que lugar del mundo, hay algo que crece
y la realidad se entrelaza con un universo paralelo que es
igualmente real.
Me llevo casi diez años entender
lo que decía. Yo necesitaba
Ver las cosas moverse, tocarlas para ver si estaban vivas
O buscarlas muertas en la noche,
oler la muerte, sentirla.
Un amigo me enseño que había vida atrás de las paredes, más allá de la ventana.
De cualquier manera interpreto las cosas de una forma ambigua
Pero incluso en esos tiempos,
Cuando vuelvo a ser un pibe
que no cree en nada y lo único que quiere
Es coger y cantar y divertirse
y jugar a la pelota y revivir ese acto hermoso
De emborracharse por primera vez, nunca puedo evitar
Volver
A mirar la noche y encontrar

Una nueva razón a las estrellas. 

Solcito rosarino

Apenas salí a la calle
me di la cabeza contra la pared.
Tropecé dos veces con la misma piedra
Volví a perder las últimas monedas. Las adicciones desaparecen
Cuando se encuentra algo mejor
Y eso nunca pasa.
Te vi perdida en una esquina y en lugar
de mostrarte el camino de vuelta a casa quise ir
Y perderme con vos.

Desde la ventana III


      Desde la ventana el afuera es fugitivo
El norte no siempre es el norte sino que a veces
se ve al sol
derretirse en el horizonte o simplemente
como ahora  
hay un paredón alto que no deja
ver más allá de lo estampado en el cemento
Leticia se sienta arriba del muro y fuma
a veces me llama y yo le digo No
desde la ventana es estar adentro
Entonces ella mira las calles y espera ver
un buen choque en una esquina aunque yo sé
que nunca va a pasar
lo que ella espera que pase.

El horizonte amaneció enfurecido.

Perdidos en la vida, viviendo sin nunca aprender, a pesar de nuestra piel, a pesar del amor.


Deberías cambiar radicalmente de vida y empezar a hacer cosas que antes ni siquiera imaginabas o que nunca te habías atrevido a intentar. Sé audaz. Son demasiadas las personas que se sienten infelices y que no toman la iniciativa de cambiar su situación porque se las ha condicionado para que acepten una vida basada en la estabilidad, las convenciones y el conformismo... Si quieres obtener más de la vida, debes renunciar a una existencia segura y monótona... No eches raíces, no te establezcas. Cambia a menudo de lugar, lleva una vida nómada, renueva cada día tus expectativas... No necesitas tener a alguien contigo para traer una nueva luz a tu vida. Esta ahí afuera, sencillamente... Tu único enemigo eres tú mismo y esa terquedad que te impide cambiar las circunstancias en que vives.

Christopher McCandless


Mirándonos los ojos.


Para vos, por alguna razón
es un pecado 
para mí es una locura
pero hablamos de lo mismo
y ambas posturas se funden
y se derriten en un gesto
que se entiende como
Porrón y maní.

Poema Nº 6


La carne acá es débil y dócil, sobornable.
-Comete mi carne, mi sangre. Mis huesos
esculpilos, hace artesanías restos óseos.
Devorame y no me ames
Mujer caníbal, matame
Llenate de mí. Llevame
Para siempre dentro tuyo.


Un remolino de colores


La
barba
crece
Las
uñas
crecen
los parpados
pesan
Lo que hay más allá
de la ventana parece estar fuera de foco
un remolino de colores en la esquina
Es necesario correr el riesgo.





...



Hay hombres que luchan un día y son buenos. Hay otros que luchan un año y son mejores. Hay quienes luchan muchos años y son muy buenos. Pero hay los que luchan toda la vida: esos son los imprescindibles


La gente que me gusta:


La gente que me gusta fuma porro a la mañana. La gente que me gusta camina descalza, coge sin forro, canta en la ducha. La gente que me gusta no es, precisamente, la que le gusta a Benedetti, aunque él me gusta. A mí no me gusta el arquetipo de persona responsable, esas personas  preocupadas que viven para estresarse y quejarse del stress que cargan. A mí me gustan los perros, las personas con almas, las que sueñan boludeces, las que deliran, las que encuentran la felicidad en cualquier cosa, o en la nada. Me gusta la gente sin edad, la que no sabe cuantos años tiene, ni como se llama ni dónde vive. Me gusta la gente sin plata, la que manguea, la que presta, la que da. Los que no necesitan la aprobación de nadie, los que se cagan en todo, los caídos del sistema.

Me gusta esa persona que sabe que otra persona se avergüenza al verlo y él sabe reír de eso y por eso me gusta. Me gusta la gente que deja para mañana lo que puede hacer hoy, y mañana se lamenta de no haberlo hecho ayer y vuelve a dejarlo para mañana. Los que fuman en los baños me gustan, los que se atrasan en los impuestos, los que siempre tienen un porrón en la heladera, los que rompen reglas, los que riegan plantas, los que tienen barba. Me gusta el viajero y no el turista, el que cuida las plantas y rompe lo huevo´, me gusta la flor y no el paraguayo, el wisky y no el fernet. Me gusta la gente que no usa paraguas cuando llueve.

No me gusta la gente del After Office, me gusta la gente de la plaza, la del mini, la del parque. Me gustan las personas simples, esos pocos. Me gustan los que se sacudieron todo el polvo enfermo del mundo. Me gusta el pibito que no se conforma, el que pregunta, el que rompe las pelotas. Me gusta la gente que cree que está bueno que exista gente a la que no le guste este tipo de gente. Pero a mi me gusta la gente que lee libros, que escribe cosas, que pinta las paredes, que putea. Los que piensan que tenerlo todo a veces puede ser no tener nada y creen en eso. Los que encuentran formas en las nubes, los que toman el mate amargo, los que no tienen agenda, los que tienen callos en los pies y calles en la suela de las zapatillas.

Pero sobre todo me gusta la gente que no es como yo, la que me discute, la que me pelea, la que por lo menos una vez en la vida tuvo ganas de cagarme a trompadas.


La primavera en aquél barrio se llama soledad





"Todo, lo bueno y lo malo, deja un vacío cuando se interrumpe. Pero si se trata de algo malo, el vacío va llenándose por sí solo. Mientras que el vacío de algo bueno sólo puede llenarse descubriendo algo mejor."

HEMINGWAY, Ernest


Prosa prohibida. Poesía

Los parpados se pegan y no dejan ver
a las personas que amamos
Apuntamos / a una cuestión poética
Estéticamente confundida
Perdida en la ética moderna y aterciopelada.
Podríamos intentar reinventar los deseos
Sintetizar todo en un punto de la histeria poética
Reescribir los sueños de la humanidad
Describir de otra forma los sucesos, inventando un nuevo idioma
Desnaturalizando el significado de la palabra
Avalando el significante del proceso poético
Pintarlo de colores, morderle los costados
Iluminarlo con las luces de la noche.
O sino podemos seguir y escribir
Poemas sobre la estabilidad de la política o la inversa
Para un ensayo
Sobre la inestabilidad de las personas políticas.
Pero apuntamos a lo digno
A la cuestión del género A la estética permitida
Desprotegida del aderezo de la métrica poética
Apuntamos hacia lo brutal
Como un cielo que es distinto
A la palabra cielo.

...

Sembrando tu confianza 
te dejo junto al mundo 
derrotando imposibles 
segura sin seguro.
 



Autorretrato

Abrí el cajón y entre paquetes
de cigarrillos vacíos y tarjetas de cartón encontré
una foto
en la que soy más viejo. Tendré
aproximadamente unos diez o quince
años más. La cara un poco más madura.
Una expresión alegre es la sonrisa más falsa que vi.
Seguramente
todavía debo considerarme joven.

Es imposible no amar lo que no existe.
¿Qué pensará
ese viejo puto de la foto?
Ah! Cuanto amor tenemos
Para dar en otros tiempos

Me miro
fijamente los ojos más viejos
¿Sera verdad eso que dicen;
todo tiempo pasado fue mejor? Habrá que ser
muy hijo de puta en un futuro
para añorar este momento. Me gustaría poder
levantar la vista y encontrar a Berryman
hablándome de Henry y de drogas
pero sé
que eso no va a pasar.
Al menos no hoy
¿Quién sabe las cosas que puedan pasarle
a uno en un futuro?

Imagino
que antes de sacar la foto que miro
tomé una cerveza con dos amigos en el bar,
aun en los tiempos futuros
se dice tomar “una” cerveza, aunque nunca
se tomen menos de nueve. Releo y veo
que sería mejor hablar
en tercera persona de mi yo futuro;
Después del bar quiso quedarse
pero caminó hasta el río y leyó un poema
 Los caminos de regreso
siempre conducen a roma o a casa
Acariciar las pieles pasadas. Pasada
Ya la madrugada los senderos se repiten.

Al cruzar el parque quiso encontrarse con Hemingway
escuchar de Paris en los años veinte. Alguna anécdota
compartida con Ezra Pound,
con Fitzgerald o Dalí.
Aunque sabía
que eso no iba a pasa. -Al menos no hoy
¿Quién sabe las cosas que puedan
sucederle a uno en el pasado?-

buena la costumbre de guardar
las cosas en el cajón  para encontrarlas
en otro tiempo verbal

Me miro fijamente los ojos más viejos
Hay cosas
que no entienden del tiempo A un costado, fuera de foco  
ese árbol añoso

que ahora mismo

estoy mirando

más joven…

La costumbre

La noche tiene opinión y voz propia
Ciertas voces flotan en el aire
El aire te recorre por dentro y se va
Por dentro te recorren los miedos
Los miedos son cobardes
Cobardes son los que tienen miedo
Todos tenemos miedo 
El deseo es miedo.
El amor es miedo.
Odio la palabra amor
Odiar hace mal pero es necesario
Amar hace mal pero es necesario
Destruirse hace mal pero es necesario.
Necesario sería salir 
a caminar
Caminar es hacer un paréntesis en la vida
La vida es una locura me dijo un tipo
La vida es un concepto muy amplio me dijo un tipo
Estar descalzo es un concepto muy amplio me dijo un tipo

¿Un poema es un concepto muy amplio? No.
¿El amor es un concepto muy amplio?

No.


la hora de la tormenta

Es la hora de la tormenta
cuando el aire se densifica y los colores están muertos
Un grillo escondido sentencia de muerte
El sabor del silencio se pega en las encías
y se mezcla
con el fondo amargo de la soledad.
Ahora mirándolo desde la ventana
diría que todo se detuvo en un punto azul
que no se condice con la temperatura del paisaje 
Ahora mirándolo desde mi ventana
diría que el afuera es una pausa, que todo ha muerto
a causa del tiempo y la distancia.

Antes del amanecer. Corrijo;
Antes del enloquecer
llega el viento que precede…
Luego la lluvia
disfrazada de alivio



La cama piensa que piensa


Entonces pensé
Que el corazón que habías tallado
Con nuestros nombres en el tronco de un árbol, desapareció
En el mismo momento
En el que te fuiste.

Veintiunodediciembre



Dicen que es el fin del mundo Algunos hablan de un cambio social espiritual político cultural sentimental gramatical vertical Un golpe de estado en los vericuetos de la vida Cambio de posiciones de roles de ropa de reglas Hay quien dice que el 21 de Diciembre van a bajar ovnis y nos van a quemar los ojos con el fuego que les sale del culo y se van a comer nuestra comida y fumar nuestros cigarrillos Yo le pregunté a un amigo que pensaba que iba a pasar y me dijo que no sabía pero que si nos moríamos todos
le parece justo.

Los días de Diciembre


Los días de diciembre me aterran.
El vuelo carbonizado de los pájaros  
cuando caen sobre sus tumbas agónicas.
Los gritos mudos de quienes nunca hablaron.

Las chicas lucen sus tetas nuevas,
los chicos descubren sus cuerpos recios
culminados hace meses para vos,
¡Para vos diciembre!

No creo que merezcas nada de eso.
Para mí
sos más bien un día de lluvia.

De igual manera me gustaría
entrar en los cines como entro en los lagos
y escupir agua hacia arriba y bailar
y jugar al fútbol con una pelota de trapo.

Me gustaría abrigarme y morir de risa,
pintar lágrimas del color de tus nubes y quemarlas
correr hasta los horizontes arrojando a tus espinas
flores negras marchitas.

El ruido del ventilador perfuma los diciembres
que sobreviven en barquitos de papel,
en un rincón del alma que no es octubre ni abril,
en una parte de las vidas que perdimos.
  
La gente tonta, en diciembre
es más tonta.
  
Pero los días de diciembre me aterran,
viciosos de sol y de lluvias brutales,
ambiguos.
Me aterra el diciembre carcelario,
mi cara de prisionero, mis celdas fastidiosas,
el olor de los amores muriendo
ahí; en Diciembre.


Desde la ventana



Mirá
ese hombre que camina por la ruta
hechizada la noche siembra senderos de plata. No
ya no le importa a tu poesía lo cruel que es el amor
¿Sabes que es cruel?
es el crujir del pasto seco en el silencio. Mirá
ahí va
ése hombre que avanza en la noche
sin encontrarse en las sombras de la luna
Va gritando como un loco canta:
El olor que sube del plato soy
El ruido blanco entre tus manos.
Un planeta pobre
hecho en plastilina, poema soy-. Hoy
no hay diarios. El horario
de los noticieros fue ocupado por payasos
saltando sobre aros de fuego y también cantan
mientras los horizontes se deshacen allá afuera.