La belleza


Mira
como cae sobre tu cuerpo
la indiferencia del mundo.

Sé que escupiste
sobre la belleza de hoy,
te vi aplaudir pancartas
y marchar hasta los centros
míseros de la humanidad.

Y el mundo frena frente a vos
y son inconfesables
las horas sucias que penetran
tu cuerpo
ahogándote en vos misma,
luchando contra
quien sabe qué.

Todo ese rechazo
cae sobre tu cuerpo
cuando los espejos te revelan
el mundo impío que te aterra;
los espejos son fantasmas
que reflejan lo que quieren.
y vos lloras
cuando cerras los ojos
y te encontras desnuda
en la calle,
sin saber si quiera
el camino hasta tu casa.





Apología


Amanecieron trepados al amor, caminaron
por la peatonal la madrugada de un Marzo tibio
Soñaron forzar la cerradura
robar un poco y partir.
Colgados del amor el mediodía los encontró huyendo
haciendo de las fronteras líneas en un pizarrón
un auto alquilado sobre sábanas de asfalto.
Hacia el norte la poesía
hacia abajo la rutina del pasado y afuera llueve.
Alguien los mira pasar desde una garita perdida en la oscuridad de la  noche.
Telo rutero
Suaves ruidos de lluvia en el techo
Sucios ruidos de lluvia en la tele
Delincuentes juveniles ingresan y roban
Vecinos del barrio: Son
Unos negros de mierda. Tienen que ir presos todos
   estos hijos de puta.
Cambio ruido bronca mata
crónicas de una tibia madrugada
enredado con los hilos del amor.

Si alguien los hubiera visto huir  
Como yo los vi irse y sólo vi que se iban
Si alguien pudiera verlos hoy,
Como yo los veo y sólo veo que están, entonces en lugar
de lamentar los mil quinientos
pesos que robaron, al menos ahora sabrían
que una cadena multinacional
no va a quebrar por mil quinientos
sucios pesos de mierda.


Lo que quise enseñarte


Yo te había contado la verdad de los vientos del sur
las cenizas y secretos que descansan en el mar
mientras tanto te enseñé el lenguaje de la noche
y algunos misterios de la lluvia y su después
¿Viste los charcos, la resaca y las sombras que caminan desnudas?
sin su dictador, sin origen
Quise que escuches el canto de los lagos antiguos,
el ritmo de timbales cuando el sol se pierde atrás del mar.
También te dije que yo no entendía eso que llamabas amor,
mientras vos mirabas desde la ventana
como, allá afuera, todo 
se prendía fuego.