Plan Táctico y Estratégico de la Guerra

Caminar
Derecho por una calle cualquiera
Hasta hacerla desaparecer
Despertar
A la madrugada con una convicción
Que desaparece al mediodía
Buscar el camino, la forma
Reconocer la belleza
Llamarte por teléfono para pedirte un abrazo
Prender otro pucho, pensar
Mirando por la ventana
Vivir la contradicción
Cocinar un guiso a las 4 de la tarde
Tenerle miedo a la muerte
Prender otro pucho
Putear a un policía
Romperse el pantalón en la entrepierna
Tentarse con la merca
Poner un mar de fondo de pantalla
Apropiarse de todo y después
Soltarlo
Robar comida y revistas para pasar el rato
Putear al jefe
Poner la cadena de la bici en Oroño y San Juan
Llegar tarde y decirte que te quiero
Fumar porro prensado Caminar hasta el parque y volver
Contarte
La historia de mi vida en el entretiempo del partido
Tomar
El último mate
Frío y lavado Quedarse sin yerba.
Una tarde me invitaste
A dar la vuelta al mundo en un barquito de papel
Yo me reí
Como festejándote el chiste
Vos te enojaste
Porque yo no sabía soñar

Belleza

Se vuelan las palabras
que describen lo que uno ve desde un balcón
Sobre calle Oroño cerca del río
Es sábado y terminamos de almorzar Anda nublado el cielo y no se ve el Paraná
La lluvia es tan fina que me cuesta llamarla lluvia
Y me acuerdo de otras lluvias, de otros tiempos,
de otros lugares donde llovía así; finito como llueve ahora
y nosotros descalzos corríamos por el pasto
Puedo sentir el olor a la tierra mojada
cuando nos quedamos al costado del camino ya sentados
y cansados, nos pusimos a fumar.
El asfalto mojado también
Se expresa en su perfume contra la monotonía de los días
Acá también
Nos agitamos y nos ponemos a fumar mientras miramos hacia abajo y
Queremos dormir la siesta
Recién entonces me doy cuenta:
Los sueños de la siesta son el lugar
donde nos inventamos.
Miramos hacia abajo
Pasan policías y nos reímos de ellos Los imitamos
como robotitos con uniformes.
La basura desparramada en la calle
Nos parece una postal hermosa desde arriba
Y entendemos a la gente
Que hace una hora espera en la puerta de un bar careta
Para conseguir una mesa. Nos parece sano que no noten
Que el bar victoria está vacío
Y sus mesas son más lindas que allá en frente.
Nos encanta el ruido del tráfico desde el sexto piso
Nos recuerda al murmullo del mar
Y un tachero que putea a un ciclista
Es el capitulo 7 en la voz de Cortázar.
Nos abraza la belleza
Y entramos al departamento
Como se sale de la carpa una mañana de verano
Dormimos como si nada hubiera sido real
Abajo
Un auto clava los frenos en la esquina
Una pareja se separa en el boulevard El kiosquero
Entrega 25 centavos de vuelto
A un anciano.

Café y anarquía

Café y anarquía
respiran tus ojos
cuando te paso a buscar en bicicleta
y pedaleamos como marcianos
de planeta en planeta
hasta llegar
a ese bar donde no existe el tiempo
y ahí nos quedamos
para siempre...

Silencios Volando

Una belleza extraña se cae
de la copa de los árboles
me recuerda por un momento a tus ojos
mirando el lago.

Es lo mismo que decir que para mí
vos naces del silencio
de la soledad de un pueblo
a la hora de la siesta.

Un pedacito del cielo que perdimos

Desnudo
Acostado en la cama
No fumo
No leo
No abro la ventana.

Prendo el televisor
Lo apago
Prometo no volver a prenderlo

Pienso en todas las cosas que hicimos mal
Releo el último poema, lo rompo.
Imagino que camino
En ciudades incendiadas, esquivando gente
Que no existe.
La ciudad se aplana, pierde dimensión
Retrocede en el tiempo
Todo se deshace.

No me animo a pensar en las cosas que no hicimos
En las horas perdidas
Pasamos años felices, lo sé
Y nada va a volver a ser lo que era
Pero esa delicada distancia que nos separa
Es tan hermosa
Como salir de la cancha
Un domingo a la tardecita
Después de haber goleado…

Un poema para escribir en cursiva

Doblo
En calle callao
Voy hasta el fondo. Me quedo ahí
En la estación de trenes.
Miro para todos lados; Sé
Que no vas a venir, no tendrías porque hacerlo. Capaz
Ya ni siquiera vivas en la ciudad
o ni siquiera vivas.

Pero tantas veces hablamos
Cuando éramos felices
De tomarnos juntos este tren que ahora llega
Que no puedo
No sentarme al costado de la vía
Prender un cigarrillo
e imaginarte llegando. 

Pintando el cielo

Paró de llover en la ventana
El silencio inundó la habitación
Queda un aire de nostalgia de las seis de la tarde
De un día que empezó mal
Continuó peor
Y aún no acaba y ya no existe proyección lógica.
La lluvia desordena todo. Lo rompe.

Ahora el cielo
Parece el dibujo de un chico
Con acuarelas pintando lo que piensa de sus padres.

Te extraño en estas nubes. A lo mejor
Todo se reduce a una mañana de verano.