Marca el tiempo con
la punta del zapato
El obrero que trabaja
en las alturas
El arnés que lo
sostiene cede.
Se derrumban las
paredes del imperio.
Primera persona del
plural
Podríamos hablar toda
la noche
pero no hay como las
charlas de borrachos
al menos son sinceras
y sueñan. Todos
deberíamos estar en
pedo al menos
una vez al día.
El tiempo se deja
para el final
el asfalto saluda al
sol que nace desde el fondo de los ojos
La calle
es de
adoquines y vibra, el tiempo no puede
ganarle a la locura
en los relojes.
Pasan caminando
marcha militar.
La estatua del barrio
ayer lloró vodka.
Nadie creyó
que podía ser un
milagro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
delirios