El lugar es el mismo pero esta vez
la luz blanca se impone trepando torcida por el
viento.
Volviendo de algún lugar que parecía ser hermoso
alguien encontró un beso en el bondi.
Todo esto no tiene nada que ver
con que Leticia decida entrar en la habitación
sin ropa alguna y con zapatos. Mirarse
las tetas en el espejo. Tampoco es esto lo que
importa
sino el tiempo muerto entre los dedos;
lo que no le importa a nadie
es lo que nos trajo hasta acá.
Milla, siempre encantada de leerte por la fuerza de tus imágenes. Ese final es punzante. Abrazos!
ResponderEliminarMuy bueno!
ResponderEliminarque lindoo!
ResponderEliminarBesoss