Al otro lado



Al otro lado de la línea
que dibuja tu mirada
oscila el pulso del silencio
que agoniza, cuando cae sobre tus ojos  
el alfiler que usabas para matarme.
Al otro lado de tu espalda
voy a fumar en silencio
cuando escucho a alguien
gritar tu nombre.
Al otro lado de tus tetas  
existe un jardín con un estanque
y árboles y flores y poetas que fingen su muerte.
Al otro lado de tu cielo
quisiera ser un pájaro.
Al otro lado de tu tacto
está la piel que acostumbra tus manos;
ese camino al vicio 
que dibuja perfección sobre las sábanas
enrolladas en tus piernas.

Al otro lado de todo lo que es tuyo
está mi patria
que es la planta de tus pies,
el vaivén de tu pelo revolucionario,
los olores que no saben de distancias,
las bocas que besaste
y esta aburrida lista de espera.
Al otro lado de estos versos
sólo
hay un vaso de wiski en
una noche empapada
y un poema escrito a alguien
que no existe.


El horizonte donde se pierde la mirada



Por la calle que baja hasta el río
baja una mañana de domingo hasta el asfalto
Suben hasta la copa de los árboles
las hojas del Otoño próximo;
una alfombra nostálgica en mis ojos
que avanzaban calle abajo buscando el río.
El horizonte siempre es gris y se esconde 
atrás de unos fantasmas gigantes
recién amanecidos.



La primera pincelada




¿Te acordás de Leticia?
¿Te acordás cuando sólo tenías quince años?
El día que te regalaron
tu primer perro, como si fuera un juguete.
¿Quién fue el primero en pensar
que había vida atrás de las paredes?
Vos no creías en nada 
pero te alcanzó con un perro
y una novia más grande que vos
a los quince años...

Otro día en el bar III




El vino fluye
desde el cuello de la botella hasta el cristal
la copa se eleva sobre la mesa de madera
se desliza el vino hasta el mito de su boca.
Luz de relámpago. Efímera existencia…

Hay
un camino brumoso que imita la noche
entre mi mirada  
y el ruido rojo de sus labios.


La hoja se desprende del árbol y cae
La playa son sólo huellas en Enero,
la lluvia empapa el pelo negro
desparramado en la almohada
El silencio de la calle húmeda
llega hasta el bar.

(La noche es inmensa)