Cuando dejaba de mirarla
sentía que ella se preguntaba por qué
yo había dejado mi cuerpo
sentado en la barra de un bar
con un cigarrillo prendido
el último trago en el vaso
y le daba la espalda a la ventana
que todos miraban.
Hay
un camino brumoso que imita la noche
entre mi mirada
y el ruido rojo de sus labios.
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delirios