Todo se perdió en la
llama del encendedor.
ya no hay maquinas dibujando
las horas
La noche también se
puede encontrar
abajo de una baldosa
o en la colilla pisada
de un pucho.
Una nueva forma de
acercarnos a algo horrible
Retratar a la muerte
desnuda
Acostada en un sillón
viejo, con la mano izquierda
tapándose un pezón y
las piernas juntas flexionadas
Curvas perfectas de la
parca. Nunca antes
Habíamos pensado que
la muerte
Podía ser una mujer.